Los traductores al llevar un trabajo continuo cuando traducimos tanto en proyectos de traducción como encargos tendemos a la fatiga y el cansancio lo cual es normal y no debemos descuidar nuestra salud ya que con el tiempo nos afectará. Por tanto, dejo algunas recomendaciones para considerar a nuestra rutina:
Realizar ejercicios y mantener una vida saludable debido a que nuestro trabajo se caracteriza por el sedentarismo.
Tomar descansos breves cuando traducimos para evitar la fatiga y el cansancio a la vista.
Preparar y mantener las herramientas necesarias para realizar nuestra labor tales como glosarios y memorias de traducción con el fin de acortar los tiempos y dedicar todo el esfuerzo a la traducción.
Tener un ambiente iluminado para trabajar considerando un escritorio y una silla cómoda, un teclado y pantalla apto para jornadas extensas de traducción.
Mantener un horario fijo de trabajo con el fin de ser más productivos con el fin de no descuidar nuestros tiempos de ocio tanto para la familia como personal.
Finalmente, la idea de incorporar estas recomendaciones en nuestra rutina como traductor es mejorar nuestra calidad de vida la cual será reflejada en nuestro trabajo final.