Cada 30 de septiembre se conmemora en todo el mundo a San Jerónimo de Estridón (Estridón Dalmacia, c-340 – Belén, 30 de septiembre de 420) quien fue el traductor de la biblia y santo patrono de los traductores. El origen de la celebración se remonta con su fallecimiento y fue promovida por la Federación Internacional de Traductores (FIT) instaurando dicha fecha en 1953 y ya en 1991 la FIT promueve la celebración del Día Internacional de la Traducción.
La importancia de esta conmemoración es reconocer y promover el trabajo tanto de los traductores profesionales como de aquellos que ejercen por vocación el oficio de la traducción y que ha permitido que tanto la diversidad lingüística como cultural den forma a nuestra vida en un mundo globalizado.
Finalmente, gracias al trabajo de los traductores ya no existen brechas culturales ni lingüísticas que nos separen.